La Colmena de Rosas y Miel

GLADYS VERA FOTO3Era de tarde y el esplendente sol posó dos o tres de sus rayos sobre tu corona cediendo el paso al susurro de las nubes, rumor de tempestad para la noche. Era de tarde y vinieron los recuerdos gratos después de la triste noticia… Aquel 8 de noviembre de 1987 en el clásico de los sábados, con cuanta clase, con cuanta elegancia y con qué formidable expresión vocal para decir cantando, o mejor, Gaiteando l Que hermoso sonó el Santanita! Y aquel homenaje en la plaza de San Juan de Dios, ante 8 mil personas, quizás más, presentes, en el que recibiste placas y los mejores augurios en ese Sábado Gaitero, en 4 horas de la más intensa zulianidad, en una hermosa noche, frente a la casa de Chiquinquirá. Hasta la luna parecía aplaudirte, esa noche. Y cantaste! Que maravilla de voz, otra vez! Y luego aquel acto en el poliedro de Caracas, con la Orquesta Sinfónica del Zulia, dirigiendo Juan Belmonte, esa gran obra, el primer intento de combinar la gaita, expresión popular, con lo académico, en audaz logro del avanzado músico que también se fue, temprano. Que orgullo cuando dije: Querido pueblo, aquí está la Reina! Y de nuevo, en el escenario la mujer hecha gaita exquisita con insuperable garbo! Y los aplausos, todos para la Reina! Y allí estaba Tino, Miguel, Nelson, Koquimba y Rafael Rincón González, aplaudiendo! Como no acordarme, querida amiga… Y aquel primer mensaje navideño en el querido canal 11, para nuestro programa “Tenía que nacer, para la humanidad…” Y aquellas presentaciones con Cardenales, Los Colosales, con Maragaita. Y las conversaciones en la radio. Tantos recuerdos gratos, en un día de dolor, amalgama de sentimientos.

Llega la noche, con su anunciada lluvia sobre la ciudad que está triste. Avanzan los minutos, se hacen más largos los segundos, pasan las horas, silente la madrugada sin sueños. Solo en la mente tu imagen, con tu atuendo de lago y luz. Y cada minuto, una gaita en la memoria. Anhelo, Galante y coqueta, Estampas, Amor Marginal, Gaita para siempre, Mi vieja plaza Baralt, La Antorcha, Por eso gaita, La morenita, El Furro, Cuando habla mamá, La de los ojitos pardos, Solo quiero conocerla… Cada momento, una gaita…

Llega la alborada, el gallo canta y apenas alcanza a picotear un pequeño rayo de un sol que no termina de asomarse entre los grises y blancos y anaranjado tenue de la mañana lánguida…

Tiene el Zulia sus párpados cargados de llovizna matinal.

Canta un gallo, chirria un grillo, gorjea un ave de casa, vuelan las palomas sobre el campanario y los tañidos de la iglesia ahogan el pipiar de los pichones. Y un zumbido de abejas reinas y obreras se apresuran, se abren paso entre las hojas de las níspolas. Canta un gallo, chirria un grillo y llora un hombre. Y llora un pueblo, el mismo pueblo, la Grey que te acompañó en oraciones. Pero no te irás porque eres sempiterna, porque vives y vivirás en tu voz. En el hilo fino de tu voz. Tu voz alma, tu voz sonrisa, tu voz que canta, tu voz tus manos, tu voz… Espera, no te me vayas aun. Déjame darte un beso en tu frente, en el nombre de un pueblo que te ama y recibe esta colmena de rosas y miel que me dieron las abejas para que sea ahora mas dulce la piel de tu voz…Hasta siempre Mi Reina, Hasta siempre…

Ramón Soto Urdaneta

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